Literatura ergódica

Literatura ergódica, es una palabra que surje de la unión de dos palabras griegas: ἔργον (trabajo) y ὁδός (recorrido), y que define, según el estudioso Espen J. Aarsethse, a las obras que requieren un esfuerzo relevante por parte del lector para atravesar el texto.

En la literatura ergódica, se requiere un «esfuerzo relevante» por parte del lector para atravesar el texto. Si la literatura ergódica tiene sentido en tanto concepto válido, entonces debe haber también una literatura no-ergódica, donde el esfuerzo por atravesar el texto sea trivial, sin responsabilidad extranoemática para el lector, más allá de mover los ojos o pasar las páginas.

Aarsethse, E.J. (1997) Cybertext: Perspectives on Ergodic Literature. Baltimore : Johns Hopkins University Press

En definitiva, «una lectura para valientes», aunque Aarsethse fue el primero en dar un nombre esta literatura a finales del s.XX, existe desde siempre, pues se le puede aplicar a cualquier obra que se salga un poco fuera de lo corriente. Este tipo de obras no tiene por qué tener un hilo conductor o una progresión en capítulos… Ni siquiera las páginas tienen por qué ir numeradas, es más suelen jugar con el aspecto formal de los libros, los márgenes, párrafos… y pueden incluir cualquier tipo de símbolos.

Algunos ejemplos pueden ser:

  • El milenario Libro de las mutaciones a los caligramas de Apollinaire que tienen palabras que pueden leerse en distinto orden.
  • El libro de los Cien mil millones de poemas de Queneau, en el que podemos combinar distintos versos para componer poemas.
  •  Only Revolutions de Mark Danielewski, una novela que tiene partes que se leen al revés.
  • El proyecto metamórfico Gabriella infinita, que se define no ya como hipertexto sino como hipermedia.  Su presencia corre paralela a una intensa y a la vez voluble experiencia de escritura.

¿Conocéis más ejemplos?

Fuente: La piedra de sísifo y Campus de escritores