Las lecturas vuelven a casa vuelven por Navidad

Damas oscuras: cuentos de fantasmas de escritoras victorianas eminentes, Impedimenta, 2017.

Esta oscuridad encierra una selección de cuentos de fantasmas escritos por 22 escritoras. Algunas como Charlote Bronte, Elisabeth Gaskell, Willa Cather, son mundialmente conicudas; otras lo son menos pero todas manejan las historias fantasmales de muerte.

Algunos fantasmas aparecen con afán de venganza ante promesas incumplidas, otros derraman tanto atractivo que enamoran a los vivos, algunos vienen solicitando justicia. La muerte, en estos casos, no ha supuesto la desaparición de unos sentimientos encarnizados; han encontrado a los fantasmas como soporte para seguir rondando a los que merecen un castigo.

En estos casos, uno no sabe si es mejor estar muerto o vivo…; estas damas no lo dejan del todo claro.

La charca del Diablo, George Sand, Cátedra, 1989.

Para terminar el Reto de Lectura de diciembre bajo el epígrafe novela escrita por una mujer bajo un pseudónimo masculino. Elegimos esta novela escrita por Aurore Lucile Dupin de Dudevant bajo el pseudónimo George Sand, una periodista y escritora francesa del s. XIX.

La novela trata sobre Germain, un joven viudo con tres niños pequeños cuyo suegro insta a casarse de nuevo. Es entonces cuándo inicia un viaje para encontrarse con una viuda rica, Catherine Leonard, pero al encontrarse con ella se encuentra a una mujer orgullosa y vanidosa. En ese viaje es acompañado por la joven Marie, una joven pastora de su aldea con la que se encuentra mucho más cómodo, aunque la joven prefiere de esposo a alguien más joven que él.

Glenn Gould: una vida a contratiempo, Sandrine Revel, Astiberri, 2016.

No esperes una biografía ordenada y cronológica o una historia lineal. Revel explora la vida y el trabajo de Gould de una manera bastante impresionista y fragmentaria, dibujando viñetas poéticas de momentos clave, hábitos y peculiaridades del personaje que nos permitirán conocer al pianista y sus excentricidades.

Además las viñetas de las manos tocando te permitirán imaginar el movimiento de sus manos bailando sobre el piano.

 

La liebre que se burló de nosotros, Andrea Camilleri, Duomo, 2019.

¿Que pasaría si realmente supiésemos la opinión que tienen los animales de nosotros? Camilleri estaba seguro que si lo supiésemos desapareceríamos de la faz de la tierra de la vergüenza que sentiríamos. Por eso escribió este libro, para jóvenes y no tan jóvenes, para que tuviésemos otra visión de los animales.

Son pequeños cuentos, en los que cada uno es protagonista un animal real, que puede o no tener nombre, que intentan apelar a tu conciencia para que la próxima ves que veas a un animal, lo observes bien, y te des cuenta de lo inteligente que es.

 

 

Se llamaba Carolina, José Jiménez Lozano, Encuentro, 2016.

En la década de los 40, a un pueblo castellano llega una compañía de teatro para representar Hamlet. Este acontecimiento altera la vida del tranquilo pueblo, cuyos habitantes esperan curiosos la representación. En ella van a participar tanto los comediantes como algunos habitantes del lugar, entre ellos Carolina, la maestra que hará el papel de Ofelia.

A través del narrador, un vecino del lugar que de pequeño estaba enamorado de Carolina, vamos conociendo la existencia de la gente del pueblo, del grupo teatral, de la vida en la posguerra y los recuerdos de la guerra.

 

El sonido de un caracol salvaje al comer, Elisabeth Tova Bailey, Capitán Swing, 2019.

La autora durante una época de su vida se ha visto postrada en una cama debido a una enfermedad, cuándo una amiga le regala una planta con un caracol. A partir de ese momento ese pequeño animal absorbe toda su atención descubriéndonos la vida de los caracoles.

Nunca pensé que la vida de los caracoles pudiese ser tan interesante. Un canto a la naturaleza, y a las pequeñas cosas.