La puerta espejo, Francisco José Hernández Abascal, Círculo rojo, 2012.

Si tuviéramos que pensar en los «ingredientes” que ha de llevar una novela fantástica, seguramente el primero que nos vendría a la cabeza sería el de una buena ración de dragones. Pues bien,  La Puerta Espejo los tiene, pero no es la única raza sagrada, sino que existen otras dos: la de los tigres de combate y los metamorfos.

En su primera novela Paco Hernández nos introduce en el Reino de Afgrat. Tras múltiples batallas entre sus tres razas superiores, y habiendo sido eliminada la de los metamorfos, un grupo de magos decide crear una barrera mágica que separe el reino entre dragones y tigres.  La Puerta del Espejo se convierte, de este modo, en la única manera de poder atravesar dicho límite.

Después de más de trescientos años en calma se decide reanudar el Juego de Campaña, por el que se enfrentarán las cuatro academias del reino y en el que se revelará el prestigio de cada una. Los equipos estarán formados por cuatro caballeros y sus tigres de combate. Sólo un equipo resultará vencedor.

A través del entrenamiento conoceremos el reino de la mano de Marius, Ringa, Baxler y Mixcal: cuatro jóvenes caballeros pertenecientes a la Academia del Norte. Sus vidas cambiarán y tendrán que luchar contra lo que habían defendido toda su vida, tras descubrir hechos del pasado que creían enterrados, algo que no hará más que fortalecer los lazos de su amistad.

   ¿Te atreves a asomarte a la aventura?

Inmaculada Pérez