Javier Urra Portillo nació en Estella en 1957. Es doctor en Psicología con la especialidad de Clínica y pedagogo terapeuta y doctor en Enfermería. Psicólogo especialista en Psicoterapia. Profesor de Ética y Deontología en 5º de Psicología en el Centro Universitario Cardenal Cisneros, Universidad Complutense de Madrid. Profesor Asociado de Psicología en la Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid. Es presidente de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica. Es patrono de la Fundación Pequeño Deseo. Fue el primer defensor del Menor en España (1996-2001) y presidente de la Red Europea de Defensores del Menor

Es director de Urrainfancia y es consultado como experto en los distintos medios de comunicación y miembro del comité científico de distintas revistas técnicas. Ha publicado entre otros: Televisión: impacto en la infancia (2000), Escuela práctica para padres: 999 preguntas sobre la educación de tus hijos (2004), Adolescentes en conflicto: 52 casos reales (2004), El pequeño dictador (2006), Mujer creciente, hombre menguante (2007), Educar con sentido común (2009), Fortalece a tu hijo (2010). Dirige colecciones de libros de Psicología Jurídica y de Psicología Útil. Es colegiado de Honor en Psicología y le concedieron la Cruz de San Raimundo de Peñafort por el Ministerio de Justicia. Es director técnico del programa recURRA-GINSO para padres e hijos en conflicto. Más

• ¿Recuerdas cómo comenzó tu afición a la lectura?

Empecé leyendo los libros de Julio Verne, me apasionaban.

• En tu opinión, un lector ¿nace o se hace?

Un lector se hace viendo leer a los padres, recibiendo como regalo un buen libro, siendo acompañado a la biblioteca o cayendo enfermo y no teniendo otro entretenimiento que no sea la lectura.

• ¿Cuál es el último libro que hayas leído y que nos quieras recomendar?

Acabo de leer Una mala mujer (de Montse Neira), versa de una prostituta que derriba muchos tópicos.

• ¿Tienes algún libro que te haya impresionado hasta el punto de recomendarlo repetidamente?

Me encantó Don Quijote de la Mancha, la República de Platón y muchos de Pío Baroja.

• En El retrato de Dorian Gray, el protagonista desea ser eternamente joven y lucir todo su esplendor. ¿Está la sociedad actual reflejada en esta novela donde se dice que “lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos”?

Hoy hay gente que con 70 años dice estar hecho un chavalote y lo que está es artrósico. Es patético no asumir la edad, no querer cumplir años. Hay mucho Peter Pan y mucho inmaduro.

• Con la manía por adjetivar todo, muchos escritores se han ganado el calificativo de rebeldes. También la narrativa tiene rebeldes, con o sin causa. Sócrates dijo que “la rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad”. ¿Dónde está la línea que torna la rebeldía que cautiva de la dañina?

Creo que la rebeldía debe ser intelectual, no de lanzar piedras o eslóganes en manifestaciones.

• Hay un proverbio chino que dice “Es siempre provechoso abrir cualquier libro”. Por el contrario, un dicho popular sostiene que “libro cuya lectura no te mejore, quizá te empeore”. ¿En qué quedamos?

Hay libros que son una pedrada, intragables y que conviene dejarlos a no más tardar, pues empiezan mal para ir luego a peor.

• Por su trabajo ha conocido casos personales muy difíciles. ¿Eres capaz de desconectar cuando dejas de trabajar? ¿Recurres a la lectura haciendo bueno aquello de “la buena lectura, alivia la tristura”.

Es verdad que la lectura te desconecta. Para mí es un placer volar a Chile u otro país en un avión 13 horas, sin teléfono móvil, con tranquilidad, con un buen libro y mirar al firmamento, a las estrellas, mientras el que llevo al lado y tras un antifaz, lleva la boca simplemente abierta.

• ¿Has recomendado a tus pacientes que lean? ¿Están constatados los beneficios de la lectura?

Hay libros que son terapéuticos, que deben leerse. Soy favorable más que a los de autoayuda a los de autoconocimiento. Recomiendo puntualmente algunas lecturas si es que así se me solicita.

• ¿Has tenido la oportunidad de escuchar las valoraciones de los lectores de tus libros? Cuenta, cuenta…

Firmo libros en las ferias, en Madrid, en Valencia, en Barcelona y quien viene a adquirir un libro es porque antes ha leído otro y lo valora positivamente. No sé qué sienten los que no se acercan. A estas alturas tengo un leal equipo de lectores que me mandan mails, que me paran por la calle y resulta agradabilísimo.

• Gracias a la imaginación y al humor de los escritores, los lectores hemos pasado muy buenos ratos. Sin embargo, en algunas ocasiones ambas cualidades están denostadas. ¿Deberíamos recurrir a ellas para condimentar nuestras vidas?

Alguien sin humor es alguien sin humildad y por ende sin lucidez. Esencial reírse de uno mismo, relativizar los problemas y no darse mucha importancia.

Agradecemos a Javier su tiempo, amabilidad y cercanía.