¿Sabías que Arthur Conan Doyle no tenía entre sus planes iniciales dedicarse a la escritura?
Estudió medicina en la Universidad de Edimburgo. Su tesis doctoral versó sobre Tabes dorsal. Más tarde, abrió un consultorio y ante la falta de pacientes, invirtió el tiempo en escribir Estudio en escarlata, su primera novela y el debut de Sherlock Holmes. Eso fue solo el principio de su exitosa carrera literaria.

