Signatura 400, Sophie Divry, Blackie Books, 2011.

 Sophie Divry escribe su primera novela a los treinta años y es ésta. Un monólogo interior con forma de monólogo para un ser real donde la protagonista merodea en torno a su cerebro, trasteando en el espacio donde se guarda su experiencia como veterana bibliotecaria, con los correspondientes submenús: Libros, Literatura, Autores, Jefes, Jornada Laboral, Signatura, Orden, Usuario, Bedel, Préstamo, Política, Amor.

Leer el libro ocupa una hora apenas, lo mismo que el monólogo en voz alta de la protagonista. La primera página es el principio; la última es el final. No hay párrafos, no hay capitulitos, no hay historias. En medio, un montón de opiniones que, característica de un correcto devaneo cerebral, se contraponen a cada paso, se repiten, se encabalgan, se tropiezan, pacíficamente. Parece sencillo escribir este tipo de novela: escribir lo que te surja, poner por escrito lo que has pensado tantas veces y lo que no tiene solución; un discurso abierto que puede terminar en cualquier momento y puede volverse a abrir también en cualquier momento. Pero eso no importa: aquí lo importante es que se trata de un libro honesto que te da lo que te promete, sin más. Por eso leerlo es una buena idea: un momento de tranquilidad donde escuchamos a una mujer a veces romántica y a veces cínica, interesante y un poco loca. A ver qué os parece.

Notas

Más info sobre Sophie Divry aquí

Blackie Books es una editorial joven. Tiene un libro que es un escándalo de bueno y que tenemos en la  biblioteca

A nosotros Sophie Divry nos hace pensar, no sabemos bien por qué, en esta artista…