«Leer es una forma de escuchar, de cultivar la apertura y la sensibilidad»

Juan Manuel Mora, Vicerrector de Comunicación Institucional

Nacido en San Fernando (Cádiz). Hasta su actual nombramiento, ocupaba el cargo de adjunto al vicerrector de Comunicación Institucional. Es presidente del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra, profesor de la Facultad de Comunicación e imparte clases también en la Facultad de Comunicación Institucional de la Universidad de la Santa Cruz (Roma). Licenciado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra en 1980, con premio extraordinario, obtuvo el doctorado en la misma Facultad, en 1988, en el área de Empresa informativa. Entre 1991 y 2006 trabajó en el Departamento de Comunicación del Opus Dei en Roma. En su especialidad, la Comunicación institucional, ha combinado el ejercicio profesional y la consultoría con la docencia y la investigación.

  • ¿Recuerda cuándo comenzó su afición a la lectura?

Recuerdo dos hitos: la llegada a la Universidad, donde tuve la suerte de contar con profesores que nos contagiaron su amor por los libros, como don Luka Brajnovic, María Victoria Romero, Gloria Toranzo o María José Azqueta, por citar sólo algunos. Durante varios años seguimos un magnífico programa de lecturas.

Después, al terminar la carrera, pude tratar mucho a Pedro de Miguel, escritor y durante unos años director de Nuestro Tiempo. Peter era un “sherpa” extraordinario para las sendas de la literatura. Desde entonces, leer se convirtió en mi afición preferida.

  • ¿Cree que la Universidad afianza el hábito lector?

En mi caso, sin duda.

Juan Pablo Villanueva decía que de la Universidad de Navarra se llevó la costumbre de leer un libro a la semana. Mantuvo ese hábito durante toda su vida. Me parece un excelente legado.

  • Desvélenos el nombre de algún escritor que le guste especialmente.

En mi caso, va por épocas. Durante una temporada, me aficioné tanto a Henry James que leí todo lo que encontré, y fue mucho. Después me sucedió algo parecido con Dostoievski y con Dickens.

Últimamente, me ha cautivado Wallace Stegner, un autor que me señaló Joseluís González. En particular, Ángulo de reposo me pareció una maravilla, uno de esos libros que no sólo cuentan una historia, sino que crean un mundo.

  • ¿Cree que la Biblioteca juega un papel importante en la imagen corporativa de la Universidad?

Desde luego. La imagen de la Universidad depende de los hechos, más que de las palabras. Y la Universidad es ante todo un lugar de estudio.  Alfonso Nieto solía decir que, en su opinión, la Biblioteca es el principal indicador de calidad de una universidad.

  • Como experto en comunicación e imagen, ¿cómo cree que influye la lectura –componente de la formación cultural- en el resultado final de nuestra imagen personal?

Pienso que la lectura influye de modo decisivo, al menos en dos sentidos.

La componente principal de la comunicación es la capacidad de escucha, que permite hacerse cargo de las situaciones y expresarse después con justeza. Leer es una forma de escuchar, de cultivar la apertura y la sensibilidad.

Por otro lado, leer es atesorar. Los libros nos dejan ideas, conocimientos, actitudes, emociones, palabras. Una periodista italiana definió de este modo nuestra profesión: “nosotros trabajamos con palabras”. Después de leer mucho, la lectura se desborda en la escritura.

Por supuesto. En aquel caso, se produjo una reacción en cadena: del libro a la película y a otras modalidades de comunicación, como los vídeo-juegos. Pero en el origen se encontraba el libro.

Pienso que la ficción es el modo mejor de difundir ideas. Karol Wojtyla escribió que la literatura es un espejo que el hombre levanta ante sí y que le ayuda a conocerse mejor y a conocer el mundo. En la literatura nos miramos, con ánimo de descifrarnos.

  • ¿Qué libro regalaría siempre por ser una apuesta segura?

Quizá Matar un ruiseñor, de Harper Lee. Es cierto que los gustos son muy personales, pero mi experiencia es que esa novela siempre tiene éxito. Combina humor y humanidad, buenos personajes y buena historia.

  • Las lecturas estivales son un clásico. ¿Nos puede recomendar algún libro que le haya deleitado especialmente este verano?

Me atrevería con dos.

Uno es La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey, de Mary Ann Shaffer. He disfrutado mucho con él. Me recordó 84 Charing Cross. Son libros sobre  -y para- amantes de la literatura.

El otro, El nacimiento, de Alexéi Varlámov, que acabo de leer en un largo viaje en tren. Es una historia agridulce, una galería de amores imperfectos y un canto a la vida.

Vídeo de Juan Manuel Mora